Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez El esquema de corrupción existente en nue...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez
El
esquema de corrupción existente en nuestro devenir político, ha llevado a los
principales exponentes partidocráticos a elevar sus inconductas bajo la premisa,
de que sus cercanías (a palacio) y argucias políticas los liberarán de los escenarios
jurídicos.
Esa
emancipación ocurre sólo desde ese ángulo, pero las sentencias emitidas por la
racionalidad de la población, son incoercibles para el tinglado comunicacional –
al servicio – del gobierno, que busca colocar a los opositores (partidarios o
no) como barbarie y ellos como la civilización.
El
accionar que erradica las luchas ideológicas y los planteamientos de índole moralista
es el económico – clientelar. Bajo esta tesis es que se están construyendo
candidaturas exitosas desde el punto de vista electivo, pero para los que
esperamos que la lógica del debate se imponga resulta vergonzoso/a, la carencia
de argumentos para sustentar una presentación política.
En
ese intersticio se aglutinan muy pocos exponentes, que producto de la escasez económica,
frente a la holgura que exhiben sus contrincantes, ven frustradas sus
intenciones de hacer llegar su mensaje a los que ejercerán el sufragio.
Los
políticos sinvergüenzas tienen como principal cualidad su capacidad de gastos
en materia de recursos económicos, lo que procura que sus deyecciones
gramaticales, sean obviadas para dar paso al uso de la papeleta.
No
es extraño que cualquier Senador (de los existentes) haga uso de su inmunidad
parlamentaria para evadir procesos judiciales, en los que a pesar de las extensiones
políticas internas, pueden emanarse sentencias
desfavorables a sus intereses, contrario a otras naciones donde ese legislador se despoja de
su protección para enfrentar estos procesos.
Menos
insólito es que ese mismo legislador se apropie de terrenos, negocios e
inmuebles, bajo el entendido de que sus conexiones con el gobierno le garantizan
la expropiación, que más adelante será revestida de legal.
En
el plano municipal solo basta con verificar (sea en escritos en papel o en las
redes sociales) los planteamientos de Alcaldes y Regidores, para darnos cuenta
de que quienes escriben mal, piensan peor.
Sus
argumentaciones se limitan a justificar sus actos indecorosos donde como
pequeños Odebrecht sobrevaluan obras, para de esta manera sacar sus tajadas y
entrar en la fase de recuperación económica, debido a los gastos en los que
incurrieron para obtener sus victorias.
Personalmente
aspiro a que eso cambien, y que los que nos representen en los distintos
niveles electivos sean dignos de llevar las aspiraciones del pueblo sobre sus
hombros.