Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez Todo político exitoso actúa en base a una...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez
Todo
político exitoso actúa en base a una estrategia y un plan, que salvo algunas
variaciones, lo sigue al pie de la letra. Dentro del marco de las complicidades
el político coloca las fichas más débiles delante y guarda su armamentística
gruesa para los momentos cruciales.
Debemos
deslindar el recorrido triunfante-partidario del sendero fortuito. En el 1996
Leonel Fernández llega a la presidencia, usado como plataforma para cerrarle el
paso el extinto líder Peña Gómez y es a partir del desastre, de gobierno, del periodo
2000-2004 que se emplea la tesis de mal menor (Leonel el menos malo) para hacer
el paralelismo entre Hipólito Mejía - y su gestión - y Leonel Fernández - y sus ejecutorias -
Con
un Partido Revolucionario Dominicano (PRD) alejado del clamor popular y un
candidato con un amplísimo margen de impugnación social – Miguel Vargas
Maldonado- LF encontró el camino libre para el tránsito de una victoria más y
la solidificación de las estructuras y el poderío, de lo que hoy conocemos como
la maquinaria electoral morada.
En
el año 2008 Fernández, a pesar del berrinche y las reacciones abigarradas de
Danilo Medina, obtiene un triunfo sin mucha dificultad, asegurándose cuatro (4)
años más en el poder, hasta el año 2012. No obstante las usanzas comerciales,
detectadas por Fernández a través de su ojo zahorí, en la persona de Miguel Vargas
sirvieron de estructura para formar pactos y alianzas en tres (3) direcciones:
-Niveles
de seguridad jurídica para Leonel y su gente, post-gobierno. (De ahí la idea de
reparto en las Altas Cortes).
-Establecer
un carácter de intermitencia lacónica a la reelección presidencial !Me voy,
pero vuelvo! (reelección indefinida, con pausas de cuatro años).
-Tinglados
de connivencias económicas, beneficiosas para la contraparte fácil de burlar
(MVM).
En la actualidad
Fernández
no contaba con la saña que acumuló Medina, a través de la humillación del año
2007, y es partir de ese momento donde baja la guardia y piensa que Medina
(vencedor en el año 2012, contra HM) no optaría por otro periodo consecutivo en
el poder, basado en que éste respetaría la última modificación constitucional
(2010) de aquel momento.
Bajo
la observancia de las habilidades de estrategia política del actual mandatario,
Leonel, me parece, ha colocado en el ruedo un plan consistente en dos puntos o
ejes fundamentales:
-Concebir
un amplia aura de descredito en torno a la figura del Presidente; aunque debo
señalar que en cierta medida el mandatario ha hecho su parte. Esto se hace
posible, ya que desde el marco legal hay muchos casos que por razones de tiempo
prescriben y por ende no se puede perseguir jurídicamente a Fernández, al menos
no en este sistema judicial corrompido, de forma tal que las cargas en materia
de corrupción recaen sobre la actual gestión.
-Llegar
a la presidencia, bajo una destitución (caso hipotético) del mandatario Danilo Medina.
En tal orden explico mis razones para pensar en las fases de dicho plan:
Artículo 129.- Sucesión Presidencial. La
Sucesión Presidencial se regirá por las siguientes Normas:
En
caso de falta definitiva del Presidente de la República, el Vicepresidente
asumirá la Presidencia de la República por el tiempo que falte para la
terminación del período presidencial;
Esto
podría, tal vez, ser posible, en virtud de sectores, incluyendo la Marcha Verde
quieren propiciar el ambiente necesario para la destitución del Presidente
Medina; de hecho lo piden a gritos en las marchas multitudinarias que realizan
en diversos puntos de país – debo resaltar que el escrito se fundamenta en un
escenario hipotético, pero no imposible –
Pero
la pregunta del millón es ¿Cómo sería Leonel Fernández Presidente si quien
continua en la línea sucesoral es la Vicepresidente Dra. Margarita Cedeño de
Fernández? La respuesta es simple: ante una destitución (Insisto en un
escenario hipotético pero no imposible) del Presidente Medina, ella sería la
que asumirá los destinos de la nación.
Ya
instalada en el Poder, es evidente de que no habría un Vicepresidente, y para
tales fines debemos analizar el Art. 130, de la Carta Magna:
Artículo
130.- Sucesión Vicepresidencial. En caso de falta definitiva del Vicepresidente
de la República, antes o después de su juramentación, el Presidente de la
República, en un plazo de treinta días, presentará una terna a la Asamblea
Nacional para su elección. Vencido el plazo sin que el Presidente haya
presentado la terna, la Asamblea Nacional realizará la elección.
Si
hace falta el Vicepresidente, la Presidente (en el caso hipotético de que sea
Margarita) esta puede presentar a su esposo como parte de una de las ternas,
que sería fácilmente aprobada producto de la mayoría aplastante que tiene en
sus manos el oficialismo peledeista.
¡Ya
hecho esto ella solo debe renunciar y ahí está: Leonel Presidente otra vez!