Debido a la tensión política en Haití, el Gobierno de las Bahamas ha decidido suspender temporalmente y con efecto inmediato todas las d...
Debido a la tensión
política en Haití, el Gobierno de las Bahamas ha decidido suspender
temporalmente y con efecto inmediato todas las deportaciones de ciudadanos
ilegales de dicho país.
En un comunicado difundido este domingo, el
ejecutivo indicó que además las fuerzas de seguridad y fronteriza se encuentra
en "máxima alerta" ante la posibilidad de que se intensifique la
llegada de inmigrantes ilegales, la mayoría vía marítima, a las Bahamas por la
inestabilidad política en Puerto Príncipe.
El Departamento de Inmigración, por su parte,
recordó que su política migratoria "es la misma de siempre" y
"no hay ningún cambio al respecto" por lo que se seguirán llevando a
cabo detenciones de inmigrantes ilegales en caso de detectar alguna entrada
ilegal.
Esta decisión, recuerda el Gobierno, le sigue
al cierre temporal de la embajada de las Bahamas en la capital haitiana, así
como un llamamiento al regreso de todo el personal tanto de la embajada como
consular.
Al menos 31 personas fallecieron el sábado 2 de
febrero tras naufragar un barco cuando intentaban entrar de forma ilegal en el
territorio atlántico.
Igualmente, 18 personas lograron sobrevivir el
suceso.
Se trata del sexto barco de haitianos que fue
interceptado por las autoridades de las Bahamas desde comienzos de año
El primer ministro de Haití, Jean Henry Céant,
anunció esta noche una serie de medidas para tratar de paliar la crisis
económica y luchar contra la corrupción en un intento por bajar la tensión
política de los últimos días.
Esta tensión se ha traducido en violentas
protestas para reclamar la dimisión del presidente haitiano, Jovenel Moise.
En las protestas, que han dejado al menos nueve
muertos, los manifestantes también han exigido justicia por las supuestas
irregularidades con los fondos de Petrocaribe, el programa mediante el cual
Venezuela suministra petróleo a Haití a precios blandos.
Entre las medidas anunciadas por Céant figuran
la reducción de los precios de los alimentos, la discusión de un aumento del
salario mínimo y la reducción de los gastos de la administración pública,
aunque advirtió de que "sólo van a ser útiles si discutimos juntos".