Los grupos de oposición más grandes de Haití se unieron en una campaña para intentar destituir al presidente Jovenel Moise, quien tiene ...
Los grupos de oposición más grandes de Haití se unieron en
una campaña para intentar destituir al presidente Jovenel Moise, quien tiene el
apoyo de Estados Unidos, organizando protestas a nivel nacional cuyo objetivo
es paralizar al país a partir del viernes.
Enfrentamientos
previos entre manifestantes y la policía han ocasionado decenas de muertes y el
cierre de negocios durante días, dañando seriamente la economía que ya padece
una elevada inflación y empeorando el desabasto de combustible.
El recién nombrado primer ministro Jean Michel Lapin dijo el miércoles que el
gobierno alienta las manifestaciones pacíficas, pero que no se permitirá la
violencia en las calles.
“Nuestros hermanos
protestan por una mejor vida, mejor educación, atención médica y empleos. Los
motivamos a hacerlos y respetar la ley”, dijo Lapin a la prensa.
Presidente de Haití, Jovenel Moise-
“La gente deberá respetar el mandato de quienes han sido
elegidos en una votación por el pueblo”.
La Comisión
Interamericana de Derechos Humanos reportó el mes pasado que 26 personas han
muerto y 77 han resultado heridas en tres semanas de protestas.
El
legislador Andy Levin, demócrata de Michigan y miembro del Comité de Asuntos
Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, así como la
representante Barbara Lee, demócrata de California, expresaron su preocupación
por la violencia.
Haití se
acercó más a EU desde que se unió al gobierno del presidente Donald Trump en su
presión para destituir al presidente venezolano Nicolás Maduro.
Haití
respaldó a Venezuela en foros regionales a lo largo de los años y ha recibido
miles de millones de dólares en petróleo subsidiado del gobierno socialista.