Con su elegante traje chaqueta y sus tacones de aguja, Chen Hai Rong podría pasar como una oficinista más. Pero cuando...
Con su elegante traje chaqueta y sus tacones de aguja, Chen Hai Rong podría pasar como una oficinista más.
Pero cuando sale del auto, su postura erguida y su auricular negro sugieren que aquí hay algo más.
Revisa el estacionamiento cual ave de rapiña.
Detrás de ella, baja del automóvil una clienta rica. Chen y otra colega mujer la escoltan rápidamente hacia el interior del edificio.
"Hay situaciones en que una mujer es más fuerte y más competente que un hombre", dice Chen.
La joven de 21 años forma parte del creciente número de mujeres que se unen al mundo de la seguridad personal, un espacio tradicionalmente reservado al "macho".
Se estima que en China existen alrededor de 3.000 agencias -con más o menos visos de habilitación oficial- que ofrecen entrenamiento para quienes buscan convertirse en guardaespaldas.