Una pareja australiana ha sido acusada de alteración del orden público por hacer demasiado ruido mientras mantenían relaciones sexual...
Una
pareja australiana ha sido acusada de alteración del orden público por
hacer demasiado ruido mientras mantenían relaciones sexuales.
Tras
haber sido denunciados hasta 20 veces por sus vecinos, Jessica Angel y
Colin MacKenzie recibieron una orden en la que se les instaba a evitar
"gritar y gemir ruidosamente".
Sin
embargo, la pareja continuó recibiendo denuncias y finalmente han sido
acusados en virtud de la Ley de Protección del Medio Ambiente, por lo
que ahora se enfrentan a una multa de unos 3.800 euros
"Hemos
superado los niveles de contaminación acústica, hasta el punto de que
fuimos arrestados y sacados de nuestra propia casa. Nos dijeron que no
podíamos tener relaciones sexuales", asegura Jessica, de 34 años.
Colin,
de 45 años y natural de Sturt, Australia del Sur, ha dicho: "¿Cómo
puedes vivir en un lugar donde no se puede tener relaciones sexuales? Es
ridículo. De todos modos, es sobre todo Jessie".
Una
orden emitida hacia Jessica Ángel le exigió el cese "de todas y cada
una de las molestias ambientales", incluyendo "gritos, ruidosos gemidos y
voces".
Dos
días después de haber recibido la orden, la policía volvió a recibir
una denuncia. La pareja fue entonces arrestada y llevada a la comisaría
local, donde fue acusada informalmente y se le ordenó comparecer en el
Juzgado de Paz de Adelaide el próximo mes.
Trevor
Lovegrove, Inspector Jefe de Sturt, ha aclarado que "las personas
tienen derecho a la privacidad dentro de su propia casa, pero cuando sus
acciones afectan a los demás la policía tiene que intervenir antes de
que una situación se agrave".