PorJunior Marte Santiago.- En el pasado decenas de marchantas se podían ver en sus faenas a primeras horas de la mañana, y en el pre...
Santiago.- En el pasado decenas de marchantas se podían ver en sus faenas a primeras horas de la mañana, y en el presente han ido desapareciendo a tal punto que solo quedan cinco. Una de ella tiene 46 años dedicada a la venta de carbón a lomo de burro.
Se levanta todos los días a las cuatro de la mañana. Es el caso de Teófila Brito Paulino, quien tiene cerca de 50 años vendiendo todo tipos de productos, pero debido a su situación económica y con el transcurrir del tiempo solo se quedó vendiendo carbón.
“Yo tengo mis clientes para traerle mis carboncitos, pero no se me está vendiendo y por eso ando hoy en las calles”, expresa
Dice que tiene tanto tiempo en el oficio que sólo lo dejará el día de su muerte.
“No porque ese es mi trabajo; eso es todo mi trabajo, y ando aquí, porque no tengo con que mantenerme y mantener a mis hijos”.
Asimismo cuenta que con el transcurrir del tiempo, el burro aprendió a llegar a los lugares de ventas sin ella guiarlo.
Teófila Brito, vive en el Papayo de la Ceibita y hace un recorrido para vender sus mercancías de aproximadamente 30 kilómetros