Cuando la maestra y sicóloga Beatriz Mercedes de los Santos comenzó a observar los rasgos físicos y habilidades femeninas de Luis Alfr...
Cuando la maestra y sicóloga Beatriz Mercedes de los Santos comenzó a observar los rasgos físicos y habilidades femeninas de Luis Alfredo Rosario Delgado, inmediatamente se dio cuenta de que “algo extraño sucedía con este jovencito”.
Y es que luego de varias terapias y conversaciones con delgado, la profesional de la conducta humana logró que este le contara qué le sucedía, descubriendo entonces que se trataba de un joven hermafrodita que, por determinación del médico que lo trajo al mundo, fue declarado como hombre, aun siendo más mujer.
Y es que luego de varias terapias y conversaciones con delgado, la profesional de la conducta humana logró que este le contara qué le sucedía, descubriendo entonces que se trataba de un joven hermafrodita que, por determinación del médico que lo trajo al mundo, fue declarado como hombre, aun siendo más mujer.
A sus 23 años, Luis Alfredo es Gissell Altagracia Rosario Delgado, una hermosa joven que cursa el último año del bachillerato, no tiene documentos de identidad y eso le está tronchado sus sueños.
“Después de cuatro intervenciones quirúrgicas y gracias a la bondad de los médicos de la Clínica Cruz Jiminian, he logrado ser lo que siempre debí ser: una mujer, pero soy una viva inexistente porque no tengo nada que me identifique como quien soy”, cuenta Gissell, con evidente nostalgia.
“Después de cuatro intervenciones quirúrgicas y gracias a la bondad de los médicos de la Clínica Cruz Jiminian, he logrado ser lo que siempre debí ser: una mujer, pero soy una viva inexistente porque no tengo nada que me identifique como quien soy”, cuenta Gissell, con evidente nostalgia.