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El Poder de una Mentira: Mitomanía

Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social  En una ciudad llamada Tarnopol residía un señor llamado Red ...

Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social 

En una ciudad llamada Tarnopol residía un señor llamado Red Feivel. Este señor le hechizaba la lectura y el silencio, máximamente del Talmud, lo cual lo hacia todas las tardes en su residencia. Cierto día escuchó mucho ruido y se asomó a la ventana para observar que era lo que pasaba y notó que había dos (2) niños haciendo ruido. Para deshacerse de eso él les dijo que en la sinagoga había un monstro con cinco pies, tres ojos y una barba como la de un chivo, pero verde.-

Cuando ellos se fueron el señor Red pensó que ya había solucionado el asunto del silencio para su lectura, pero al cabo de pocos minutos sucedió algo esotérico. Un grupo de hombres y mujeres acudían corriendo al templo para ver al monstro descrito por el señor Red, éste solo se rio y continuo leyendo. Pero transcurridos otro lapso de tiempo vio una multitud más numerosa junto con ancianos y personas letradas del pueblo, cuando él los detuvo para preguntarles qué pasaba estos le contestaron que había en la iglesia un monstro de cinco pies, tres ojos y una barba como de un chivo, pero verde.

El señor Feivel ante la gran cantidad de personas que acudía a ver el monstro que las fauces de las personas decían que estaba allí,  se lanzó a correr, antes soliloquiamente asegurando que podía ser cierta la mentira que él mismo había dicho para deshacerse de los niños que estaban en su ventana….

…Especialistas en Mentiras.

Cuento esta pequeña historia para que veamos como furtivamente se dicen cosas de gente seria y honesta de los pueblos, en el ámbito político, social, periodístico y económico, y menudeada muchas veces no es que se convierten en verdades, estas mentiras, sino que quien las difunde se llega a creer que son verídicas hasta el punto de jurar ante Dios, la Constitución y las Leyes que es auténtico lo que sea que se haya difundido. Es impresionante que personas bien sitiadas y polizones sentados en los pañoles del periodismo intenten dar zarpazos a la dignidad de la gente que difiere de sus criterios en términos políticos, sociales, económicos y comunicaciones.