Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social El Outsider es un novato, en términos políticos, que ante ...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social
El Outsider es un novato, en términos
políticos, que ante su primer o segundo intento de apoderarse de las más altas instancias
de poder logra su cometido. Para este propósito, con respecto de sus rivales
más experimentados y tradicionalistas, este fenómeno solo necesita la adhesión
de las masas.
Tenemos ejemplos cercanos, en
Perú por ejemplo. Alejandro Toledo se presentó como Candidato de la agrupación Perú
Posible en el año 1995, y aunque no alcanzó la victoria este se esmeró para un
segundo intento en el año 2000 contra el entonces Presidente Fujimori.
El afán por salir de Fujimori – a
pesar de que el Dictador renunció del poder y se autoexilió – fueron los
motivos suficientes para que Toledo derrotara, con Perú Posible, al Aprista Peruano,
encabezado con Alan García en una segunda vuelta. Estas elecciones, recordemos fueron convocadas
por el Presidente Transitorio Valentín
Paniagua Corazao, quien era a la hora de la renuncia de Fujimori, Presidente de
la Cámara de Senado.
¿Cuáles fueron los resultados? Un
Perú convulsionado, más corrupción y los problemas sociales agudizados al
extremo. Otro ejemplo de carácter cercano es Venezuela. Chávez, presentado como
candidato por la agrupación MVR (Movimiento Quinta República) y apoyado por
otros movimientos como MAS (Movimiento al Socialismo), entre otros logra la presidencia
ante unos candidatos del status quo.
Estos candidatos, denominados más
de lo mismo, fueron Luis Alfaro Ucero,
por AC (Acción Democrática), que no alcanzó el 2% de los votos, Irene Sáez
Conde, por COPEI (Comité de Organización Política Electoral Independiente) y Henrique Salas Römer, por Primero Justicia y
Proyecto Venezuela.
…Más Resultados Desfavorables
No tenemos que indagar mucho para
saber cómo está Venezuela, luego de este outsider. Lo descrito más arriba no
tiene por finalidad colocar el temor en la conciencia de la gente que desea
cambios en términos sociales y políticos en República Dominicana, sino más bien
eliminar la laxitud con la que hemos tratado a nuestra clase política a través
de los tiempos.
Es indisociable el bienestar
social con el bienestar político. Si la clase política anda mal, la sociedad
anda mal. No es necesario realizar una glosa amplia que enumere, anexo a lo ya
conocido, los síntomas y males que aquejan los exponentes del espectro político
tanto oficialista como opositor.
El problema es que los apercibimientos
están llegando a su fin, dada su cercanía al error y sanción correspondiente. Dicho
esto esperamos que ese outsider no sea peor que la enfermedad, más bien que sea
una cura al mal social que nos aqueja en la actualidad: Impunidad y Corrupción.