Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social En una primera entrega espeté razones – desde mi óptica, val...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social
En una primera entrega espeté razones – desde mi óptica, valederas – por las
cuales el tres (3) veces Presidente de la República Dominicana Dr. Leonel Fernández
rehúsa expresar sus puntos de vista, con respecto a temas de interés nacional,
y en los cuales él está altamente involucrado.
De igual forma constaté el pensamiento sideral del exmandatario Dominicano,
en virtud de que sus alegatos intelectuales giran alrededor de temas,
totalmente divorciados de los que le competen al común denominador de la clase
media y baja dominicana.
Más allá de la
inquina o aversión que produce ser un político exitoso, desde el panorama
electoral, me gustaría llevarles a mis lectores un elemento – igual de
importante – que puede repercutir en el porqué del silencio, casi siniestro,
del señor Fernández.
Cada día que
pasa usando o no instrumentos visorios políticos, no se logra observa un
candidato que a lo interno del PLD pueda derrotar al actual mandatario Danilo Medina,
independientemente de sus bajas gubernamentales, que en momentos actuales lo
afectan.
Puedo intuir
que Fernández apuesta a que los vientos soplen a su favor otra vez, pero que inquieten
a Danilo y no perturben al PLD, lo cual es imposible. Por vías de consecuencias
los dados están lanzados con la esperanza de que los números y su sumatoria no brinden un resultado
favorable al señor Medina ¡Todo esto desde el silencio¡
…!Cumplimento de su Palabra!
Debo agregar a
favor de Fernández que su palabra ha sido cumplida, en términos constitucionales,
con respecto a la reelección. En el año 2000 no la buscó, teniendo entonces el Poder
Estatal para reformar la Carta Magna, al menos en sus dos primeros años.
Luego en el
periodo 2004-2008 nunca dijo que no se presentaría, y cuando fue en búsqueda de
un segundo mandato de forma consecutiva, la legislación vigente en ese entonces
se lo permitía, por lo que no fue un ilícito.
En el año 2012
tenía el control suficiente para modificar otra vez la Naturaleza de la Carta Sustantiva,
pero no lo hizo para darle paso, forzado y en su contra, al Presidente Medina.
El silencio
del que tanto hablo, puede estribar en la esperanza que tiene Fernández a que Danilo
cumpla su palabra y no busque otro mandado en forma consecutiva.