Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez La palabra dirigente, en su etimología, quie...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez
La
palabra dirigente, en su etimología, quiere decir “dirigir” Es obvio que hablaríamos
de dirigir personas; en términos políticos en una agrupación partidaria habría personas
que serían seguidores de un determinado exponente. Inicio explicando, de forma en extremo breve, éste
detalle para aludir a que los que están en el PRD (la entelequia del MVP) no
son dirigentes pues no tienen seguidores ni nadie a quien dirigir. Lo único que
poseen es una nomenclatura ¿legal? Que les permite hacer todo tipo de negocios
con el partido que una vez fue la esperanza de la gente.
El
Domingo pasado – 03/12/2017 – fue ratificado como Presidente de esa entidad
partidaria, el PRD, el señor Miguel Vargas Maldonado, desde mi óptica uno de
los políticos más aberrantes y con menos dignidad para militar en el escenario
de las ideas y la filosofía política. En esencia hasta los inconsultos en
materia jurídica – electoral saben que las impugnaciones que se hagan para
eliminar las decisiones emanadas de una convención, con dos o tres personas que
levantaron la mano y violentaron el derecho a competir, no arrojarán resultados
fructíferos.
Bajo
tecnicismos lícitos y argucias inescrupulosas se revestirá de ¿legalidad? En el
TSE (Tribunal Superior Electoral) el hecho de que una ínfima parte de la ínfima
parte que queda en ese partido decidan seguir enganchados de los malabares oficiales,
que solo benefician a los que estén dispuestos a colocarle precio a las siglas
de una agrupación, que repito una vez fue la ESPERANZA DE LA GENTE.
En
dicha ¿convención? Fueron ratificados por cuatro años más Vargas Maldonado,
Peggy Cabral, Neney Cabrera, Tony Peña Guaba, Fiquito Vásquez, Víctor Gómez
Casanova, Rafael Suberví Bonilla y Juan
Santiago. Coloco algunas palabras entre signos de interrogación, pues de no ser
así estaría afirmando una falacia: una
convención.
Para
que exista una convención, independientemente de las estrategias estatutarias o
de otra índole, debe competir al menos un contrincante, además de que la
universalidad de militantes, que en el caso del PRD no son muchos, debe acudir
a las urnas de forma global y secreta a elegir a quienes entiendan deben guiar
el destino de su parcela política. Esto no es lo que se ha efectuado en el caso
del una vez mil veces glorioso PRD.
De
todas formas considero insustancial, en materia de repercusión, que el MVP continúe
en sus negocios ya que la sentencia ciudadana está dictaminada y apuesto mi
cabeza a que él no duerme tranquilo sabiendo que ni los que estan a su
alrededor lo ven como un líder ni confían en él.