Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez El Partido Revolucionario Moderno (PRM) ...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez
El
Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha presentado ante la población una actitud
gazmoña, para brindar cierto apoyo a los planteamientos de la Diputada Faride
Raful, con respecto a los pagos hechos por el gobierno a Joao Santana y su
esposa Mónica Moura. Es evidente que el problema, a mi entender, no es el monto
ni la época en la que fueron erogados, sino a quien se le entregaron.
De
forma enérgica, continua y bien presentada la Diputada explayó sus
articulaciones para arrinconar al Presidente Medina y exigir que se formase una
comisión que investigue los hechos imputados. Producto de la mayoría mecánica que
el PLD tiene en el congreso esto se hizo de carácter imposible. Pero algo que
pocos notaron es que el más afectado con estos comentarios, de una verdadera
oposición, no fue el Presidente Medina – a quien se le atribuye el hecho – sino
el mismo PRM y sus dos aspirantes eternos Luis Abinader e Hipólito Mejía.
(Al
momento de decir lastimados, debo expresar, que me refiero a los movimientos
que partir de ahora iniciarán tanto Luis como Hipólito, púes es notorio que el
Presidente Medina resultó lacerado con estas declaraciones) En el último
balotaje electoral se develizó que más de un 35% del electorado favorece que el
PRM haga gobierno. Aún así y frente a los diversos escándalos que han azotado
la regencia del PLD, dicho partido opositor no ha sido capaz de concitar una
estrategia que aglutine los segmentos que desean una salida del PLD, por la vía
electiva, y en concomitancia obtener una victoria con el sufragio mayoritario.
Prueba
de lo expresado en el párrafo anterior es que en vez de imbuirse en labores de
organización, planteamientos, unificación y estrategia, el PRM se ha colocado
sus esfuerzos en identificar quién debe ser su candidato para el año 2020; por
ejemplo el PRM, a pesar de ya recibir dinero suficiente de parte de la JCE, no
cuenta con locales habilitados en muchos municipios del país. A pesar de que se
respira cierto aire de renovación, en ese partido, recordemos que fue fruto de
un acuerdo de aposento y no de la expresión libre de las bases de esa agrupación.
El
auge que tomó la Diputada Raful al momento de plantear los citados pagos,
generó que se encandilara el apoyo (supuesto) de Luis Abinader y el silencio de
Mejía. Aunque tanto Abinader como Mejía no mostraron intención de aspiraciones
a cargos de dirección en el PRM, estos fueron los que decidieron quien se montaba
y quien se iba a pie. Con la clara intención de aparejar sus estructuras para
buscar la nominación presidencial, éstos se han olvidado que al gobierno se le
debe enfrentar y luego ver quien debe ser el candidato que canalice los
desencantos de la población.
En
ese escenario es que el Presidente Medina y el PLD están totalmente confiados. Partiendo
de la tesis de que en el espectro práctico ni Abinader ni Mejía permitirán que
otra figura surja como tercera opción o vía; éstos buscaran mediante argucias y
truculencias del viejo caudillismo-partidismo silenciar poco a poco a la
Diputada Raful. Para los que creen que no es así, recordemos que el PRM de hoy
es el PRD de ayer. Además lo que debió ser la bandera de discurso de todo el
PRM, incluyendo sus líderes (Luis e Hipólito), fue sólo la arenga de Faride y
Paliza.