Por.- Adam Almonte Montecristi, RD.- Es bien conocido por todos, la realidad que se vive en nuestro país con relación a la alta ta...
Montecristi, RD.- Es bien
conocido por todos, la realidad que se vive
en nuestro país con relación a la alta tasa de accidentes de tránsitos, productos
en su mayoría de la imprudencia de los conductores. Esta realidad ha generado pánico
y desesperación en la población, la cual
se ha visto en la obligación de buscar alternativas para combatir esta situación,
siendo la principal de estas la construcción de los denominados “Policías
Acostados”, los cuales se han
proliferado por todo el país, convirtiéndose básicamente en una epidemia.
La construcción de estas
soluciones también han sido promovidas por los diferentes planteles escolares
en la ciudad de San Fernando de Montecristi, el ultimo centro en adoptar esta decisión
ha sido el Politécnico Olga Modesta Martínez, precedido antes por el Centro
Educativo San José, donde producto de la instalación de estos “reductores de
velocidad” ha quedado prácticamente nulo el tránsito en la Calle José Antonio
Salcedo, ya que nadie se atreve a pasar por ahí en ningún medio de transporte, imagínense
ustedes por qué.
Obviamente es un deseo noble
querer salvaguardar la vida y la integridad física de los demás y eso lo
aplaudimos, ahora bien, existe una problemática radicada en el hecho, de que a
la hora de proceder a la construcción de estos odioso muros, no se toma en consideración
ningún parámetro de “TAMAÑO” ni de “FORMA”, ni la utilización de materiales
indicados y mucho menos una señalización a distancia que le indique peligro al
conductor, agregando esta “solución” un peligro más al tránsito vehicular del país.
Este ha sido un tema que ha
generado opiniones divididas, por ejemplo, el ciudadano Benjamin Caba, expresó a través de las redes sociales sentirse impotente
por la situación y llamó a las autoridades a “No combatir un peligro
circunstancial con un peligro permanente”.
Otros han afirmado que en el caso de las escuelas de la ciudad (Que no se encuentran en autopistas) el mayor peligro de los estudiantes son los mismos
estudiantes, aquellos que acuden a las escuelas en motocicletas y tanto a la entrada
como a la salida cometen todos los tipos de
imprudencia para llamar la atención.
Algunos han expresado estar convencidos de que la escuela esta llamada a fomentar los
valores en el sentido amplio de la palabra, por lo cual les resulta irónico, que luego de que un alumno permanezca 8 horas
en un plantel recibiendo el pan de la enseñanza, la misma escuela sin ser su intención,
deje claro el mensaje de que no está
logrando su rol de formación y concientización, adoptando alternativas rusticas, que sacrifican
toda la comunidad durante 158 horas a la
semana (Esto si restamos las 10 horas en las cuales los muros cumplen la
supuesta función) en un pueblo que carece de calles en condiciones dignas para
transitar.
De mi parte, concluyo diciendo, que lo ideal
es que toda la población en sentido general y las instituciones del Estado, analicen bien la situación
y busquen otros tipos de alternativas más saludables de las muchas existentes, a
veces la desesperación nos lleva a la aplicación de soluciones que traen
consigo mayores problemas del cual pretendemos solucionar.