POR: DAYGOROD FABIAN SANCHEZ Lo que ha ocurrido en estas novísimas semanas, con relación a las lluvias, nos ha hecho ver no solo el...
POR: DAYGOROD FABIAN SANCHEZ
Lo que ha ocurrido en estas novísimas semanas, con relación a las lluvias, nos ha hecho ver no solo el alto nivel de discrepancia social que existe en República Dominicana sino también el grado de incompetencia de los funcionarios públicos que estan llamados a responder en nombre del gobierno, para dar contestación a las diversas situaciones que afectan a los desposeídos.
En muchas provincias, como por ejemplo Puerto Plata y mi Provincia Montecristi, las lluvias han causado diversos daños, en moradas que existen en zonas bajas y expuestas a inundaciones. Estas zonas son habitadas por las personas más pobres de la población, y con estos fenómenos naturales quedan a la intemperie. En esa dirección los funcionarios del Estado, de todas las carteras, deben saber que no solo es sentarse en una oficina y decir que firman papeles o llaman al Presidente.
El mismo presidente se esté de acuerdo o no con él, ha dado muestra de que cuando la situación lo amerita él mismo acude a la zona afectada, sin embargo muchos de sus funcionarios le temen al agua, a los mosquitos y a las pestes que los pobres debemos soportar día tras día. Me llenó de ira e impotencia ver como en Montecristi, por ejemplo, de decenas de funcionarios del gobierno, los cuales gozan de un muy buen salario, solo dos (2) - con sus respectivos equipos de trabajo – han acudido en auxilio de las personas necesitadas. Estos son Miguel Alejandro Bejaran (Tito), Director de Desarrollo Fronterizo y el Gobernador Provincial Marcelo Cordero.
Toda la ineptitud vista a nivel nacional es un reflejo de lo que pasa en el Partido de Gobierno, el cual sino cambia sus ramificaciones y sus estructuras gubernamentales en cada Provincia está destinado al fracaso. Mientras tanto solo debemos agarrarnos de Dios, pues la mayoría de los funcionarios se han olvidado de los que votaron y hasta los que no votaron por ellos, pero que son ciudadanos y dominicanos, de sus respectivas demarcaciones.
