Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez En dos ocasiones he escrito artículos de es...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez
En dos ocasiones he escrito artículos de
esta naturaleza, haciendo alusión a la popularidad del Presidente Medina y como
a pesar de la percepción negativa que se tiene del gobierno, éste aún exhibe
niveles altísimos de aprobación, según organizaciones que estudian este
fenómeno. Recuerdo que el primer escrito de mi creación que analizó este hecho
fue “El 68% de Danilo Medina”, cuando en noviembre del 2016 la firma CID-Gallud
externó, de conformidad con sus estudios, que Medina tenía ese nivel de
aprobación.
Meses después la misma firma
encuestadora, con una muestra de unas 1,200 personas, arrojó que el citado Presidente
- según la percepción de los encuestados
– tenía un 64% de aprobación. En aquella ocasión recuerdo que como Profesor de Matemáticas
y Física y conocedor del Área de Estadística cuestioné no sólo el método empleado
sino también datos que resultaron contradictorios. Los mismos encuestados – de conformidad
con la citada firma investigadora – expresaron estar en un 95% en contra de la
corrupción y la impunidad. ¿Resultó muy extraño que los que dicen estar en
contra de la corrupción y la impunidad, estuvieran a la vez a favor de quienes
no combaten esos fenómenos antisociales?
Desde mi ángulo de visión ha sido un
acto de impudicia de parte de ACOP (Asociación de Comunicación Política)
publicar los resultados de un estudio de su autoría donde espetan que Danilo Medina
es el tercer presidente mejor valorado del mundo (Con un 63%). Sin entrar en
los análisis estadísticos que deben acompañar a todo estudio de este terreno,
hay algunos aspectos importantísimos de resaltar para educación y guía de los
ciudadanos/as dominicanos.
Esta asociación cuenta apenas con unos
200 socios, es de origen español y no es especialista en estudios estadísticos con
fines de evaluación y conocimiento de tendencias políticas. No pretendo
descalificar a esta importante corporación, pues ¿Quién soy yo para hacerlo? ¡Un
completo desconocido!
Lo que si me gustaría significar es el
poco trajinar de esta entidad en el panorama latinoamericano y más importante aún
en el espectro dominicano, para decir o hablar en nombre de nosotros, con
respecto a lo que percibimos o no sobre nuestro mandatario. Es más ignominioso
aún saber que sin presentar una muestra, un margen de error y un nivel de
confiabilidad estadístico, una Asociación de este nivel bruscamente presente quien
está encima de quien en términos de aprobación mundial.
Pero todo no es
negativo, pues la bullanga y claque parasitaria - que vive del Estado - tiene un respiro frente al cerco ciudadano que
acorrala más y más las acciones del gobierno. Ahora es posible que no resulte
tan intrincado imponer la decisión de Medina con relación a las primarias
abiertas y simultaneas. Recordamos que cualquier atisbo que colinde con la
extrema (supuesta) popularidad de Medina es asociado con decisiones que les convengan a él y a sus
cercanos.