Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez La maledicencia (en ofensas verbales y e...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social de Villa Vásquez
La
maledicencia (en ofensas verbales y escritas) ha recaído sobre el nieto del extinto
profesor y líder político Juan Bosch. Esto se debe a su constante defensa de
los derechos de los migrantes, en su generalidad de origen haitiano.
En
principio yo fui de los que externó mediante las redes sociales, mi agravio,
con la intención de zaherir al señor Matías Bosch. De todas formas nunca dejé
de analizar y leer los escritos de éste, a través de plataformas periodísticas como
acento.com.
Siendo
sincero en sus escritos se nota magnanimidad. Aunque no comparto sus ideales
liberales ni su fascinación por la defensa de los derechos de una minoría, convertida
en mayoría, a raíz de la ineficacia e irresponsabilidad de la aplicación de las
políticas migratorias dominicanas, debo decir que él tiene un alto grado de razón.
Sería
deshonesto negar mi inclinación de extrema derecha, nacionalista y fundamentalista,
en materia política. Por tal razón se hizo, en primitiva, difícil para mi
persona reconocer los puntos en los que podemos coordinar con el señor Bosch
(nieto) y en los que se puede discrepar.
Los
extremos no son buenos. La razón debe imponerse ante que los egos y más si
estos se guían por ideologías que pueden llegar a nublar el juicio.
El
gran error que cometemos al enarbolar la bandera del nacionalismo, es el
discurso taimado, que busca pasar inadvertido y llevar al público a seguir las
pasiones y no las razones.
Utilizo
estas líneas como plataforma introductoria para colocar unas preguntas que yo
mismo me hice para entender, que los llamados fusionistas, en realidad son el
blanco de distracción usado por los que en les verdad recae la culpa de la
masiva migración descontrolada haitiana, que es pautada y usada por el alto
empresariado y el gobierno mismo.
¿Quién
es el responsable de detener la mafia que existe en la frontera
dominico-haitiana? ¿Los llamados fusionistas o el gobierno?
¿Quién
es que contrata los haitianos ilegales, para fines laborales, los llamados
fusionistas o el alto empresariado?
¿Quién
es que se aprovecha del estatus irregular de los haitianos, para no pagar
prestaciones laborales, despedir en cualquier momento y no pagar seguridad social,
los llamados fusionistas o los empresarios?
Con
el problema haitiano se hace impostergable una solución, pero ¿Por qué solo
sacarlo a relucir cuando la corrupción y la impunidad nos arropan?
¿Quiénes
han gobernado más este país, los llamados fusionistas o los partidos tradicionales?
¿Por qué no han detenido (la masiva migración) lo que ellos critican y tiene el
poder para hacerlo?
Considero
ideal analizar, lejos de la pasión estas preguntas, para entender que Matías
Bosch tiene mucha razón.