Por Daygorod Fabián Sánchez El autor es educador, reside en Villa Vásquez Hace alrededor de dos años escribí un artículo bajo la t...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El autor es educador, reside en Villa Vásquez
Hace alrededor de dos años escribí un artículo bajo
la titulación arriba citada. En ese entonces recuerdo como se me tipificó de
inexperto, inconsciente político y descabellado. Los seguidores de los
exponentes partidarios ya mencionados esgrimían la argumentación de que era
imposible que sus pastores (políticos) hicieran acuerdos de la naturaleza
aludida en el escrito en referencia.
Puede suceder en cualquier otro país del mundo sin
embargo en República Dominicana las coincidencias no existen y cuando líderes
políticos de distintos partidos y discrepas ideologías figuran en el galanteo
verbal y gráfico, la idea que impregna en el ambiente es la de que todos buscan
alianzas para el futuro. Cito a continuación lo que decía en ese momento en los
dos primeros párrafos del criticado artículo:
“Las alianzas electorales pueden ser fortuitas,
circunstanciales u obligadas. Pero la finalidad en cualquiera de los casos es
lograr el objetivo: obtener el poder. Aunque parezca irónico el título de este
artículo parece ser la pura realidad, pues a leguas lejos se nota que el fin es
cerrarle el paso a Fernández para el 2020. No es casualidad ni fortunio que el
Guapo de Gurabo ande coqueteando con Danilo, en franca distancia de los
planteamientos de su partido el PRM”
“Desde mi punto de vista las razones políticas sobran,
pero lo que reboza el raciocinio son cuestiones de naturaleza personal. Ni
Danilo ni Hipólito lo admitirán en público pero sus actuaciones demuestran que
existe algo personal en contra de Leonel Fernández. Por ejemplo se quiera
asentir o no Danilo fue presidente en el 2012 porque Leonel así lo quiso.
Aunque Danilo no lo exprese con palabras, pero si con hechos, no le perdona a
Leonel las humillaciones del 2007-2008, aunque pareciera que el León subsanara
esos daños con el apoyo ofrecido en el proceso electoral del 2012”
Como secuela de estos planteamientos hay que
recordar una entrevista que le realizó Salvador Holguín a Luis Abinader donde
éste no descartó una alianza o acercamiento con el tres (3) veces Presidente de
la República Leonel Fernández. A pesar
de que la relación Danilo – Hipólito parece más un vasallaje (para lo de las
primarias abiertas) no es ocioso mencionar que Hipólito no tiene elementos para
ganar unas elecciones, pero si para hacerlas perder.
Los encuentros se quieren disfrazar de
coincidencias. Las imágenes de arquetipos junguianos, como si los designios
divinos los colocasen en lugares estratégicos, cuando lo cierto es que ningún
encuentro fue fortuito ni improvisado, todos sabían a donde y con quien partían.
Lo que si resulta ameno es que nos entretienen con
fotografías que elevan todo tipo de ánimos en las cuatro facciones y con sus
posiciones con respecto a las primarias (abiertas o cerradas) y dejamos de lado
temas más sensibles en torno a la ley electoral, como es el caso del
financiamiento a los partidos políticos y el límites de gastos.
La verdadera y real intención se efectúan o o estás
alianzas es que no se apruebe nada ya que todos los partidos desean cero
auscultación y fiscalización.