Por Daygorod Fabián Sánchez, Educador y Analista Político Muchos consideran que al momento de llegar su partido al poder, ellos están desti...
Por Daygorod Fabián Sánchez, Educador y Analista Político
Muchos consideran que al momento de llegar su partido al poder, ellos están destinados a formar parte del gobierno: lamentablemente no es así.
Esos muchos se creen anejos al poder y el poder, piensan ellos, es anejo a ellos.
La verdad es que el poder ha cambiado mucho, desde su concepción hasta la capacidad de maniobra del mismo.
Los políticos al llegar a tener el poder se dan cuenta de que no es lo que pensaban ni lo que era antes el ejercicio del mismo.
Lo peor es que todos los que gravitan cerca de quien accede al poder, se percatan de que no formarán parte del círculo.
Miran como nuevos actores llegan y disfrutan del triunfo que no construyeron y de las mieles que no trabajaron.
Esa es la realidad que viven hoy los miembros de las bases del Partido Moderno (PRM), hoy gobierno, a los cuales les han dado fechas que aunque llegen no tendrán cumplimiento.
Primero porque ya lo que se les podía otorgar le fue entregado a participación ciudadana y a los empresarios, que hoy regentan el Estado y segundo porque el Presidente parece pensar que no necesita de su partido.
Además de eso está el hecho de que el Estado es grande, pero no puede ser copado en tiempo de crisis.
Los gobiernos se han enfocado en tener una nómina pequeña pero ágil y eficiente.
Eso es bueno para las finanzas públicas, pero pésimo para la política vernácula.
Lo que intento decir es que alejado del telón de los discursos televisivos, a los perremeistas se les dijo que ellos formarían parte del gobierno y gozarían de los mismos privilegios que los peledeistas.
O sea se les dijo que habría botellas, clientelismo y derroche, cosa que aun sin pandemia se hacía imposible en razón del descalabro económico que azotaba hace tiempo la República Dominicana.
