Por Santiago Rafael Caba Abreu Escribidor por vocación, pero infame a la carta y, cómo dice el dicho popular , “lo dicho, dicho está “. Así ...
Por Santiago Rafael Caba Abreu
Escribidor por vocación, pero infame a la carta y, cómo dice el dicho popular , “lo dicho, dicho está “.
Así pienso sobre lo mucho que se dice por pasión, siempre que quien lo escribe deja salir en sus juicios la sentencia con que sus sentimientos entretejen la opinión de sus aspiraciones.
Sin lugar a dudas que, en la República Dominicana, existe un malestar general que se deriva de la inseguridad ciudadana, a lo cual se anexa una cierta presión económica a causa de los eventos producidos por la pandemia de covid19, la guerra entre Rusia y Ucrania, los aumentos de los precios del petróleo y el cambio de los paradigmas históricos del arte de comunicarse en el mundo.
Sobre la última parte, es decir, el cambio de los medios de comunicación, entiendo que la sociedad debería abrir un buen debate, porque considero que los seres humanos necesitamos entender este fenómeno.
Mucho se ha escrito y mucho se escribirá, sin embargo, existe un monopolio de las empresas dedicadas a la explotación de la comunicación mundial, sembradas ya como entidades de promoción de una nueva cultura comunicacional, en las que se erradicaron los parámetros sociales tradicionales, económicos, ideológicos y Morales.
Por ejemplo, aunque ciertamente existen páginas en las redes sociales que permiten ser seguidas para desarrollo intelectual, de historia, de la naturaleza, politico, militar, etc…, no menos cierto es que las páginas más populares invitan a la diatriba, al chantaje, al morbo, al relajo y hasta al suicidio.
Entones estamos dirigidos, comuicacionalmente, por personajes o influencie de todo tipo, cuyos créditos generan grandes riquezas a sus promotores, pero su contenido nos deja un sabor amargo del deterioro colectivo, nos empuja al vicio, a la violencia visual, verbal y escrita. En fin, estamos en un mundo de mediático sin ningún sobresalto.
Hicimos trascender la música dembosera, cuyas letras insultan la inteligencia, la decencia y el pudor, y creíamos que eso pasaría o se iría mejorando con el pasar del tiempo, pero ahora de lo que se trata es de pegar las incoherencias, la falta de ideas y el relajo.
Recordemos que, en términos políticos promovimos las dádivas, y se pegaron los narcotraficantes, los riferos y los corruptos. Por tanto, si seguimos el camino que nos están trazando las redes, y me perdonan, pero terminaremos siendo gobernados por gentes sin cerebro.
Feliz domingo.
