Por Daygorod Fabián Sánchez, Educador y Analista Político La inapetencia en política es inexistente. Quienes ostentan el poder quieren qued...
Por Daygorod Fabián Sánchez, Educador y Analista Político
La inapetencia en política es inexistente. Quienes ostentan el poder quieren quedarse y el que no lo tiene quiere llegar. Los que tiene poder desean más poder y control.
Precisamente esa avaricia fue la que terminó sacando al PLD del poder, lo querían todo.
En Montecristi, por circunstancias muy especiales Rosendy Polanco (PRM), a quien asesoramos en su campaña, logró obtener la curul en la Cámara Baja, dejando fuera del espacio de poder a su archirrival Bernardo Aleman.
Moreno Arias también bajo premisas irrepetibles logró derrotar, con el auspicio de una traición interna en el PLD, al coloso Heinz Vieluf.
Ambos, tanto Moreno como Rosendy tuvieron en su norte sacar de juego a Bernardo Aleman y bloquear cualquier posibilidad de que ingrese al tren estatal, cosa que entiendo es un error pues victimizan a Bernardo AL TIEMPO QUE SACRIFICAN SU MILITANCIA, QUE ES LA DEL PRM.
Ahora con Aleman fuera de juego, de forma momentánea pues vienen sorpresas, ambos miran en su futuro inmediato a uno y al otro como obstáculo.
Óbices el uno del otro pues Moreno Arias sabe que una gestión chabacana de su parte, le abre las puertas a que Rosendy busque escalar de nivel en sus éxitos políticos.
De igual forma Arias, que no es originario del PRM sabe que necesita formar sus estructuras para adquirir mayor control partidario interno, en esa denominación política.
Rosendy igualmente sabe a la perfección que los elementos que dieron al traste con su victoria no se repiten nueva vez: una compañera de boleta que sume tantos votos, su votación puede reducirse, tendrá o ya tiene de enemigo (político) interno a Erodys Diaz que también tiene sus apetencias partidarias.
Todo dependerá de quienes se manejen mejor. Al final hay algo que ninguno de ellos han visto, pero que lo explicaremos en una próxima entrega.
